miércoles, 24 de febrero de 2010

ERES EL AMOR.

Eres una nube, eres un sol
eres un hombre de un gran corazón,
eres el llanto que al niño se le escapó
pero lo abrazaste y calmaste su temor.

Eres la tierra que una vez se secó
subiste al cielo y una nube te atendió
y en ese momento todo se nubló
cayó la lluvia y la tierra sonrió.

Eres la ola que del mar se ocultó
para jugar con la arena, buscando diversión
pero extrañabas las caricias de tu
primer amor, y corriste hacia adentro
buscando su abrazo, su profundidad, su perdón.

Eres el amor porque besas sin dañar
porque no haces daño, ni haces mal,
porque amas con el alma, no haces llorar,
perdonas sin mirar atrás, lo das todo
y sabes esperar, que te amen, o que
te dejen de amar, y aun así sabes ser leal.

Eres el amor,. yo quiero ser tu adoración
eres lo perfecto, un ser con valor,
yo quiero ser la dueña de tu corazón
vivir una vida de paz, alegría y pasión
no te veo defectos, eres tan real
que si me aceptaras, seria como soñar,

El amor perdona, no existe el rencor,
eso es lo que busco y lo sabe Dios,
eres el amor, y si me equivoco
ha sido mi error, porque cuando me hablas
siento en mis oídos una melodía,
un cuento, un poema, una extraña sensación.



Autora: Carmen L. Rosa

02-24-10

lunes, 22 de febrero de 2010

La Sagrada Familia.

recuerdos inolvidables.

"ESTO QUE YO SIENTO"

Siento que estoy enamorada
y siento dolor en mi alma
¿cómo es posible?
si enamorarse es como subir al cielo
sentir un placer divino, es como
pasear por el infinito, ver coros de pajaritos.

Esto que yo siento
es algo tan bonito
pero tengo mucho miedo,
no creo que enamorarse sea un juego,
pero él no sabe que me gusta,
que lo deseo, quisiera que me regalara
la luna, o las estrellas y un lucero.

Estoy enamorada, así yo lo siento
quisiera que él también de mí se enamorara
que sea dulce y sincero,
que sienta su respiración
como el aire siente al viento
como las olas a la mar
y que me acaricie y me haga llorar
porque con un llanto de felicidad
mi vida le voy a entregar.

Esto que estoy sintiendo me hace mucho mal
solo se que le gusto, que mi boca quiere besar
estoy esperando que me diga que me puede amar
pero ni esa palabra puedo escuchar,
pasa el tiempo y me enamoro más
y eso no lo puedo evitar,
si hoy no me dice que se ha enamorado de mí
seguiré mi camino para no sufrir más,
y seguiré enamorada, sin llanto, con la verdad,
puede que venga otro a darme felicidad.




Autora: Carmen L. Rosa.

02-22-10

miércoles, 17 de febrero de 2010

UN CAMINO DE SOLEDAD.

Fue como en un cuento de hadas, sin proponérmelo y menos buscarlo, llegó a mi vida el que creía mi príncipe azul, cuando menos lo esperaba. Creo y quizás puedo asegurarlo, que fue amor a primera vista. Nos conocimos en un vuelo con destino a Brasil, para él era un viaje de negocios, para mí un viaje de placer, iba de vacaciones para el carnaval de Río de Janeiro. Estábamos sentados muy cerca, él me miró y me cultivo con su mirada de hombre inteligente, guapo y conquistador. Me gustó mucho su forma de mirarme, era una mirada limpia, pero que reflejaba admiración. Esa mirada castaña la sentía en todo mi cuerpo, y sentía en mi estomago mariposas que volaban con una gran velocidad. Cuando me sonrió, sentí que mi corazón latía fuertemente, su sonrisa muy bella, unos dientes perfectos. Nunca había sentido esa sensación tan fuerte y ligera a la vez.

Yo estaba sola en mi asiento, sin decirme nada, se sentó a mi lado. Yo estaba un poco nerviosa, pero feliz al mismo tiempo, ese hombre me atraía mucho. Comenzamos a platicar, del viaje, de su trabajo, un poco de nuestra vida personal, nunca me pregunto si era soltera o casada, yo tampoco le pregunté, estaba fuera de este mundo, era mas que suficiente tenerlo a mi lado, saber su nombre y a que se dedicaba, creo que él también pensó lo mismo de mi. Tenia un buen sentido del humor, y el viaje se me hizo corto, no lo sentí, me la pase riéndome de sus chistes y locuras. Me dijo que le gustaba mi pelo, y mis ojos tristes.
No era el primero que me decía que tenía unos ojos bonitos y una mirada triste. Pero yo no estaba triste, por primera vez, después de más de un año, volví a reír con ganas.

No lo volví a ver, llegué de mis vacaciones. Lo extrañaba, sabía mi número de celular, pero habían pasado tres semanas y no me llamaba. Yo tenía su tarjeta de presentación, pero tampoco me atrevía llamarlo, no quería demostrarle lo mucho que me interesaba. Pero para mi sorpresa, un día apareció en mi trabajo, con unas rosas rojas. Me sentí la mujer más feliz del mundo. Salimos a comer esa tarde, al otro día fuimos al cine, el siguiente sábado fuimos a bailar, y esa noche por fin nos besamos. Me declaro su amor, se había enamorado de mí desde el primer día que me vio en el avión. Le dije que a mi me pasó lo mismo, que lo amaba. Por primera vez esa noche le di mi cuerpo, porque ya se había adueñado de mi corazón. Juraba amarme con locura, yo me moría de amor.

Pero algo muy doloroso vino a entristecer nuestras vidas. El amor de mi vida se enfermó gravemente. Sufría como una condenada, no podía dejarlo morir, era parte de mi vida.
Así estuvo dos semanas, y yo rogándole a Dios que le diera la salud, que no me lo quitara. Dios me escuchó, mi amor empezó a tener una rápida recuperación, ya no existía peligro alguno, yo lloraba de la alegría y le daba gracias a mi Dios. El día que le dieron de alta, y después que salí de mi trabajo, fui al hospital a buscarlo. Cuando voy por el pasillo hacia su cuarto, veo a su médico hablando con una mujer muy bella, al lado de ella, una hermosa niña como de unos cuatro años. Salude al médico y cuando me dirigía al cuarto de mi amado, el médico me dice; “Hola. Esta señora es la esposa del paciente que vas a ver, y la niña es su hija, ella ha venido a buscarlo para llevárselo” Sentí que me desmayaba. ¡Eso no podía ser cierto, yo era su amor, muchas veces me lo dijo! ¡No podía estar casado, estuvimos seis meses juntos! Quizás el medico hablaba de otro paciente.

No. El médico no estaba equivocado. Ese día me enteré de la verdad, mi príncipe azul, el hombre que quise, quizás hasta más que a mi vida, estaba casado. Hacia seis meses que estaba separado de su esposa, pero ahora estaba arrepentido, no se quería divorciar, quería una reconciliación y salvar su matrimonio, por el bien de su hija y porque aun sentía que amaba a su esposa. Lo más doloroso fue que todo eso me lo dijo frente a ella, y ya ella lo había perdonado porque también lo amaba, y tanto la niña como ella lo extrañaban.
Se me olvido que tenía un carro estacionado frente al hospital. Salí corriendo como una loca. Caminé por un camino solitario, verde su hierba, que al pisarla dejaba huellas de dolor y la mojaba con las lágrimas de un llanto desgarrador. Pasaron las horas, la noche cayó, la oscuridad me cubrió, el frío de mi cuerpo se aprovecho. El cansancio me venció, caí al suelo y no supe nada del mundo hasta el otro día cuando una señora me despertó, diciéndome, “¿Qué le pasa joven? ¿Esta enferma? ¿Quiere que la lleve al hospital?” Le di las gracias por su preocupación, ya yo era otra, no había amor en mi corazón, ni dolor en mi alma. Solo le pedí que me llevara a buscar mi carro. Temblaba como una hoja, pero dentro de mí sentí como una paz, un vacío, un sufrimiento muy profundo, pero tenia que seguir viviendo. Deje atrás aquel camino solitario, mire al cielo, el sol comenzaba a calentar mi cuerpo, calladita le di las gracias, un nuevo calor se apoderaba de mi alma; ya mis ojos no lloraban, ya en mi no había rabia ni rencor, no puedo quejarme, amé con pasión, ahora solo busco mi paz interior, y aunque suene como una mujer sin dignidad, puedo jurar que él a su manera también me amó, pero nunca me entregó por completo su corazón.

Fin.


Autora: Carmen L. Rosa
Derechos reservados.

martes, 16 de febrero de 2010

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿POR QUÉ NACÍ MUJER?

Muchas veces me he hecho esa pregunta, miles y miles de veces.
¿Por qué nací mujer? Dios nos creó para que el hombre no estuviera solo,
para ser una sola carne, para procrear. Pero Dios no nos hizo perfectos, a pesar de que nos creó a su imagen y semejanza. La mujer desobedeció las reglas del creador,
y el hombre, quizás por amor, o mejor dicho por un verdadero amor, porque fue su primera y única mujer, ella logró que él también desobedeciera las reglas de nuestro creador. Siempre he dicho que la mujer fue la primera pecadora.

Pero las cosas cambiaron, y los hombres se adueñaron de la voluntad de las mujeres.
Para algunos somos objetos sexuales, para otros la mujer de su vida (entre comilla
as). Dios nos dio la bendición de ser madres, los hombres necesitan de nosotros,
como nosotros necesitamos de ellos. El hombre fue creado para la mujer, y la mujer para el hombre, aunque algunos y algunas tienen otra manera de ver la vida, y vivirla. Muchas podemos amar, para toda la vida, pero el amor no es eterno. Bueno me refiero al amor de pareja, porque el amor de sangre si puede ser eterno, por ejemplo,
el amor de madre a hijo, y de hijo a madre o padre ¡Pero como sufrimos las mujeres por amor! Nos engañan como si fuéramos niños pequeños. Perdonamos por tener un corazón tan noble, porque el instinto maternal lo llevamos muy dentro, y a veces
sin darnos cuenta, lo utilizamos para ganarnos el amor de un hombre, que no
nos merece, pero que no queremos perder, porque a pesar de todo, lo seguimos
amando. Si, la mujer puede ser un demonio, pero por amor se convierte en ángel.

“Dolores”, aquellas que carguen ese nombre, quiero decirles que mejor no les puede quedar. Porque si, somos dolor, dolor al nacer, dolor al convertirnos en mujer,
dolor al parir, dolor al sufrir por amor, dolor al ser abandonadas sin razón,
dolor por ser madres solteras, dolor por tener que luchar solas por nuestros hijos,
el hombre es el complemento de la mujer, pero en muchos casos son una molestia,
como un dolor de muela, como un dolor de menstruación. Hay matrimonios que
son muy felices, aparentemente, pero, ¿no habrá una infidelidad escondida? Mejor que
nunca se descubra y sigan siendo felices, porque cuando la mujer ama con
todas las fuerzas de su alma, y descubre que ha sido vilmente engañada, el dolor
le rompe el corazón, le quita las fuerzas y se convierte en una mujer despechada,
deprimida, y le pierde fe al amor, o si es una ignorante, quiere pagarle al infiel con la misma moneda, y eso es no tener dignidad, eso es un despecho barato. El hombre se merece todo nuestro amor, si hay respeto, confianza y comunicación; pero si se burla de esa mujer que le dio su vida, placer y lujuria, además de respeto, no se merece ni una lágrima, ni un leve llanto, y menos nuestro perdón. Porque algunas sabemos perdonar una infidelidad, pero muchas nunca jamás podemos olvidar, porque la herida aunque se haya sanado, queda la cicatriz como una mancha de sangre. Entonces yo me pregunto, ¿Por qué nací mujer? Aunque pensándolo bien…..la mujer es lo mas bello que Dios creó, estamos llenas de bendiciones, porque podemos cargar una vida por nueve meses dentro de nuestro vientre, y Dios nos construyó dos hermosos senos para alimentarlo. ¿Qué hubiera pasado conmigo si no hubiera nacido mujer?


Autora: Carmen L. Rosa

02-03-10

martes, 2 de febrero de 2010

ATORMENTADO.

En la playa tirado en la arena
las olas pegándome como si fuera
cualquier cosa,
llorando, sintiendo mis labios salados,
mojándome con rabia como perro sarnoso
no hay duda, soy un pobre atormentado.

Siento pena de mi mismo
le tengo rencor al mundo
todos me dan la espalda
me miran con miedo y desdén
¡no soy de otro mundo!
¡soy un hombre pagando un castigo!
estoy atormentado, el ruido
le hace daño a mis sentidos.

Si volvieras a mi no seria el mismo
con solo tocarte la cara
sentiría un eterno alivio
he pagado muy caro el haber
sido un verdugo contigo
me maldecíste desde lo mas profundo
¡quien lo creería, eras un ángel divino!

No tengo voluntad, soy un caso perdido
me he hundido con cólera al vicio,
duermo hoy en una esquina, mañana
busco un nuevo camino,
nadie me quiere dar la mano
estoy atormentado, soy un abandonado.

Quiero salir de este infierno
si me das tu perdón seré un hombre nuevo,
¡que difícil es vivir sin ti!
solo la muerte a esto le pondrá fin,
¿donde esta mi dignidad de hombre?
Mi titulo profesional se fue con la basura,
solo tú y yo sabemos la historia
de nuestras vidas, ¡dame una oportunidad,
no me dejes morir en el lodo! ¡sacame de este hoyo,
es un tormento inhumano! No se como pude
hacerte tanto daño, estoy atormentado.

Me he quedado dormido
en un carro viejo, roto y sucio,
¡tengo hambre, tengo sed!
veo que vienes a darme de comer, a darme de beber.
¡Dios mío al fin creo en ti, la puedo ver!
ahora la encuentro más bella,
brilla como una estrella,
sus brazos me abrazan, el frío se espanta!
me besa suavemente en la boca,
su llanto me da calor, se une con el mío,
lloramos los dos, el dolor ya se me ha ido,
el tormento ya pasó, no puedo ya
abrir los ojos, pero si puedo sentir sus gritos de perdón y dolor,
y un, ¡no te vayas mi amor!!



Autora. Carmen L. Rosa.

02-02-10