lunes, 16 de noviembre de 2009

SIN PALABRAS.




Tiemblas, como si no tuvieras
sangre en la venas,
como si el frío de un crudo
invierno
tu fuerte cuerpo azotara,
como que de tu hombría,
no queda nada,
como si el temor te ahogara.
Lloras y no son lágrimas
de sangre, son lágrimas negras,
me miras con pena,
tu boca se abre, se cierra,
quieres hablar, decir la verdad,
pero no te salen palabras,
solo puedes balbucear.

¡Cobarde, eres un cobarde!
¿crees que no me he dado cuenta
de tu desamor?
veo que ya no me deseas,
que tu amor se apagó
como se apaga una hoguera,
besos sin calor,
caricias muy secas,
mirada sin deseos,
en la cama, un muerto vivo,
¡habla de una vez maldito!
¡deja tu cobardía!
no te engañes a ti mismo.

No te voy a pedir que te quedes,
si ya el amor no existe,
¡pues vete!
¡habla, dímelo tú!
no puedes….te comprendo,
el engaño duele y no es bueno,
mentir no es ser sincero,
y tú sin hablar, me estás mintiendo,
no hay nada que decir,
ayer decías que me amabas,
yo a ti te adoré,
pero si tu corazón con otra se fue,
deja la lastima, no hay llanto,
desde este momento eres libre
para que vuelvas a amar,
te puedes marchar,
el amor es un sentimiento
que viene y se va,
y yo estoy segura
que desde la lejanía,
otro vendrá a ocupar tu lugar.


Autora: Carmen L. Rosa.

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