NO FUE ERROR.

No fue error quererte
Porque sin mentiras te entregue mi alma
En cambio tú de mi te burlabas
Demostrando un amor
Que no sentías, que no anhelabas.

No fue un error besarte con locura
Porque me sentía feliz, porque me sentía en
la luna, en cambio tú
me engañabas con una falsa lujuria.


No fue un error meterme entre tus sabanas
Porque cada momento de amor lo disfrutaba
Pero tú, como buen actor me ilusionabas,
Entregando tu cuerpo, pero no tu alma.

No fue un error amarte como te amé
Todo te lo di, nunca te engañé
Mi corazón me decía, “estas ciega, de ti se burla,
No te quiere, lo voy a botar de tu vida”
Pero ciega de amar le respondía,
“se que no me ama, solo soy su juguete,
pero me conformo, déjalo en tu pecho,
porque aun vive en mi pensamiento.”


No fue un error llorar por ti
Eran lágrimas blancas, ni negras, ni rojas,
Pero hasta el llanto lavaba mi cara
Y aunque tú a otra amabas
Yo era feliz, quería ser tu esclava,
No te he vuelto a ver
Las mentiras se acaban
Pero aun así, no hay odio en mi alma,
No fue un error darte mi vida
A cambio de nada,
Pero repetir esta historia
Si alguna vez te encontrara,
¡eso si que no, repetir errores
te quita el valor! ¿d ónde está tu orgullo?
Tengo dignidad y sentimientos muy puros,
De tanto quererlo y ver mi futuro
He abierto muy grande mis ojos
Para no volver a desafiar al destino
Y tener valor, dignidad, y volver
A sonreírle al mundo.


Fin.


.

ALMA DE POETA.

Hoy tengo alma de poeta
Hoy mis versos serán tuyos
Has sido mi inspiración
Porque has llenado mi mundo
Siento que en mi oscuridad
Eres la luz que diviso.

Hoy tengo alma de poeta
Quiero decirte por medio
De este poema
Que eres para mí una estrella
Que tu mirada castaña
Son luceros de una fresca mañana
Y que tu cuerpo desnudo
Mi sangre hierve y provoca
Y siento maripositas
Y mi alma se desboca.

Hoy tengo alma de poeta
Hoy eres como mi musa
Las estrellas son mi guía
Ellas a mi me dirigen
Hacia el altar de tu vida
Y allí mirando hacia el cielo
Beso tu boca, y gozo de tus caricias.

Hoy tengo alma de poeta
Porque es todo fantasía
Estoy tan lejos de las nubes
Soñando con un imposible
No me miras, yo te admiro,
No me quieres, yo te amo,
Son mis versos los que gritan,
¡no lo niego, yo te extraño!
Daría hasta mi porquería de vida
Por poseerte hasta que me rinda
Hasta que mi cuerpo de dolor
Se haga sal y ceniza.

Hoy me siento poeta
Cada día te estas separando
Y con mis versos yo quiero
Retenerte aquí a mi lado
Que me ames
Como yo a ti te estoy amando
Que rías de mis locuras
Y yo te tome en mis brazos
Pero soy idiota y necio
Que así mismo se esta engañando
Eres solo un espejismo
Que ni en sueños
Puedo besarte los labios,
Pobre de mí el poeta
Eres solo un fracasado.


Fin.

“El poeta y los sueños imposibles.”

MI MUÑECA.

Mi linda muñeca
tiene ojos de cielo,
castaños sus cabellos
y su boca de un ángelito hambriento,
con sus labios rojos y tiernos.

Luce un traje rosa
blancas zapatillas,
aretes de brillantes,
sombrero español
y en su cara una sonrisa
que brilla como el sol.

La cuido, la adoro, la quiero,
es mi princesita,
mi linda muñequita
de noche la duermo
meciendome en un sillón,
la tomo en mis brazos
la beso con ternura
luego a su cunita,
le canto bajito
una linda canción
y mi niña linda duerme,
mientras me la cuida Dios.


Para mi adorada princesita, Eva Marie.

NO PUEDO.

No puedo amarte
no debo escucharte
no voy a prometerte
pájaritos en el aire
si como ya me ves
soy un derrumbe, soy un desastre.

No puedo, no insistas
no quiero lastimarte
no quiero más heridas
la luna ya se me esconde
vete, sigue con tu vida.

No puedo darte más
de lo que una vez te di
todo se acaba, la vida es así
los ojos se cansan
la mente te cambia
el sol deja de brillar
cuando la luna lo tapa.

No puedo, entiéndelo así
supiste amar una vez
supiste hacer sufrir
supe darte mi vida
y la dejaste sin fin
y con tu carita fresca
esperas mucho de mi.


No puedo, nunca podré
actúa como hombre
aprende a perder
no puedo, el amor se fue
la hora pasó, y el tiempo
me dice que ya se acabó.

No puedo, no puedo
mi corazón se ahoga
mi mano ya se ha cansado
de tanto decirte adiós
mis ojos se nublan
mi mente no entiende razón.

No puedo, no puedo
mis labios ya secos,
tiembla dentro de mi
aquel sentimiento,
pero poco a poco
se desploma, mi alma está sin aliento.

No puedo, basta ya
coge la vereda, quiero respirar
camina, no vayas a parar
y por favor no mires hacia atrás,
allí yo no voy a estar
la distancia es larga
y hay mucho que andar,
por esos caminos que dan soledad.

SOLO LO SABEMOS TÚ Y YO.

Si acercamos nuestros labios
y con ganas nos besamos
mientras la luna se esconde a mirarnos
solo lo sabemos ella, tú y yo
pedazo de mi corazón.

Si nos dejamos llevar por la magia
de la imaginación
y vemos al mundo pintado de un
claro color,
sentiré tus caricias
y el bello palpitar
de un corazón
que solamente te ama
y que solo lo envuelve tu pasión.

La distancia nos eleva
a las nubes ya de llanto llenas,
a la esperanza de un lindo futuro
cubierto de rosas, amores y frutos,
y un fuego muy suave
que se convierte en salvaje
dejando nuestros cuerpos
como neblina y fogaje.

Una noche de amor que
nos regale las estrellas
que mi cuerpo lo abrigue un lucero
que la oscuridad nos oculte
y que tú con todas tus fuerzas murmures,
"me gustas mujer, quedémonos en las nubes."

SE ENNOBLECE TU VIDA.

Cultivando tres cosas;
la bondad, la sabiduría y la amistad.

Buscando tres cosas:
la verdad, la filosofía y la comprensión.

Amando tres cosas:
la caballerosidad, el valor, y el servicio.

Gobernando tres cosas:
el carácter, el lenguaje y la conducta.

Apreciando tres cosas:
la cordialidad, la alegría y la decencia.

Defendiendo tres cosas:
el honor, los amigos, y los débiles.

Admirando tres cosas:
el talento, la dignidad y la gracia.

Excluyendo tres cosas:
la ignorancia, la ofensa, y la envidia.

Combatiendo tres cosas:
la mentira, el ocio y la calumnia.

Conservando tres cosas:
la salud, el prestigio y el buen humor.


Anónimo.


Sólo la reconciliación salvará al mundo; no la justicia, que suele ser una forma de venganza.

CIERRO MI PUERTA.

Oye ya todo terminó
no hay pasión y menos amor
cierro mi puerta al pasado
para no abrirla
y sellarla con los años.

Cierro mi puerta
al invierno para no sentir el frío
que me dejaron tus besos
cierro mi puerta al otoño
para no ver hojas secas
porque mi corazón
aun conserva su delicada belleza.


Cierro mi puerta al verano
no quiero calor que me asfixie
y menos ver lluvia convertida en llanto
quiero sentir la paz
que en una época
fue un mundo lleno de encanto.

Cierro mi puerta
para ti..... pero no para el universo entero
porque la primavera me revive
y me lleva al cielo.

Soy como una rosa que florece
cuando el agua la humedece
pero cerrando mi puerta
no entra maldad, no entra duda,
no hay pena, y solo la abriré
cuando el destino lo quiera.

LAS FUERZAS PÉRDIDAS.

Me he quedado ciego
de tanto admirar tu belleza
me he quedado mudo
por repetir tantas veces
lo mucho que te amo
y de que mi vida te has adueñado.

Estoy sin fuerza en mis brazos
de tanto que te he abrazado
ya mis labios se han gastado
de tanto que te he besado
y mis manos están calientes
por mis caricias ardientes,
este amor que yo te tengo
no tiene hora, meses, ni tiempo,
es un amanecer, es como
la brisa fresca del viento.

Mi corazón late despacio
está repleto de amor
me has robado el alma
no tengo voluntad, no tengo calma,
no sé que me pasaría
si de mi lado te alejaras
entonces me quedaría
muerto en vida
porque si ya todo te lo di
sin pensar en mi agonía
mejor quédate conmigo
para cuando yo me vaya
muy cerca de la luna,
llores, grites, o de
los nervios te rías.

FIEL AMOR.

¡Amor, besame en a la frente!
no cariño, no será un beso
te haré una corona de rosas
con el sabor de mi boca
para que te veas mucho más hermosa.

¡Amor dame un abrazo!
no cariño, te cubriré con mis brazos
y te colmaré de amor
para que sientas que en mi pecho
hay dos vidas en un solo corazón.

¡Amor, dime que me quieres!
no cariño, no te quiero,
te amo como Dios ama al mundo
eres mi vida, la mujer que más admiro.

¡Amor, entonces, ¿te casarías conmigo?
vida, mi amor será eterno
así como el cielo
serás mi primavera, hasta que llegue el otoño,
y los dos felices, y ya algo viejitos
con la ayuda de Dios,
siempre soñaremos juntos.

NUNCA TE ABANDONO.

Estaba triste
buscaba amor
y no lo encontraba
miré para el cielo
y una nube lloraba.

Estaba sola
la soledad me martirizaba
sentí una presencia
que a mis pasos guiaba
era como una sombra
que desde el cielo llegaba.

Mi vida cambió
el dolor desapareció
el sol me brindó calor
el brillo de las estrellas
le dieron luz
a mis noches de horror.

¿Qué fue lo que me ocurrió?
un milagro que el cielo me obsequió
cubriéndome con una manta
y limpiándome del pecado,
llenándome de alegría
cambiando mi vida de amor,
y por la felicidad perdida.

Era una infeliz
hoy una sonrisa se ilumina en mi cara
mi alma se regocija
y alaba a aquel
que me dio paz y calma,
es mi señor Jesucristo
que siempre estuvo conmigo
aunque ni de él me acordaba,
pero me dio ese santo amor
que tanto necesitaba.

COMO SIENTO YO.

Ver tus lágrimas correr
es un llanto de dolor....para ti
porque para mi es saber
que me amas y lloras por mi
y no quiero ser malvado
pero me gusta verte llorando
¿Y sabes por qué?
porque por ti yo también
una vez lloré hace algunos años.

Me besas y mojas mis labios
has vuelto a decirme
lo mucho que me has extrañado
¿Y tu marido lo has tirado al olvido?
no creo en tus besos
son para mi como cubos de hielo
recuerda que si te amé
eso ya murió, no encontraras mi amor
ni en la tierra ni en el cielo.

Vamos ser los dos muy sinceros
¿buscas pasión o vienes a dañarme
la felicidad que otra me dio?
no mujer, eso ya pasó
ni placer, ni perdón,
sigue tu camino, no regales amor
aprende a respetar y no juegues más,
porque tienes a un marido
que confía y esperándote está.

Tus coqueterías daño no me harán
no te miro como mujer
no deseo tus caricias, no me importa tu querer
eres una víbora que solo sabe morder
y con tu veneno matas,
disfrutas del placer,
porque tu alma no te puede detener.

Así soy, porque ya cambié
antes te miraba y quería enloquecer
ahora te miro, y te lo juro mujer,
que siento deseos de correr y correr
porque tu presencia me hace temer,
ya he sufrido mucho, soy libre otra vez.

DOS ALMAS GEMELAS.

En una tarde de lluvia, dos amiguitas, mirando por una ventana grande de la casa, conversaban; la niña de piel clara decía: "Eres oscura como la noche, y yo soy blanca como la nieve." La niña de piel oscura contestó: "Soy la hija del sol, por eso tengo este color, y tú eres esa nube que en alto se quedó." La niña de piel clara respondió: "Soy tan clara como la luna, tú eres una neblina." La niña de piel oscura dice, "Seré la noche y tú serás el día. Mientras doy descanso, tú das trabajo, cansancio, eres como un día pesado." Contesta la niña de piel clara, "Soy claridad, tú eres sombra, soy del jardín la flor más hermosa."

Contesta la niña de piel oscura, "Soy la nube que al mundo moja, por eso es que llueve parecido al llanto, tú eres la nieve que cae bonita, pero al pisar el suelo se ensucia." La niña de piel clara se pone triste. Para de llover. La niña de piel oscura mira hacia el cielo y ve un bello arco iris. Muy emocionada dice, "¡Ves amiga, un arco iris, y tiene muchos colores! ¡Está en el cielo y sonríe como un rey!" La niña de piel clara llora, "Si, es muy bonito, alegra el día y le da al cielo un lindo brillo. Perdóname amiguita, por haber sido tan cruel contigo."

La niña de piel oscura se sonríe. "No amiguita, no tengo nada que perdonarte. No me has hecho ningún daño, solo jugábamos. El color lo creó papá Dios para el arco iris, nosotras somos

humanas. Y para él solo somos corazón y alma." Las dos niñas se abrazaron y con ternura se besaron. La niña de piel clara sonrió y dijo, "Tienes razón Ana, por ser hijas de Dios, somos hermanas. No hay color, no hay razas. Las comparaciones te agobian, te cansan. Te quiero amiguita, jamás seré blanca, nunca serás negra. Somos dos niñitas que en el cielo adoran." La niña de piel oscura dice, "somos para papá Dios dos ángeles que envió al mundo, una muy clarita, otra más oscurita, porque así nos vio mucho más bonitas. Una bendición dice mi mamá, lo mismo dirá tu papá. Dios nos ama y no ve color. Solo al arco iris le dió esa belleza, para que miremos al cielo y veamos su grandeza."

"Es cierto Ana, cuando miras al infinito, se puede sentir esa paz que no tenemos aquí. La luna, el sol, las estrellas, y las nubes, son un paraíso." Las dos niñas volvieron a sonreír. Ana dijo, "Sarita, ya no llueve, vamos afuera a jugar a las escondidas." "Muy bien Ana, yo me escondo en tu alma, y tú me buscas en la mía."

DOS CORAZONES EN MI PECHO.

Te puedes ir señora
llevate todo
lo que una vez te di
si ya no me amas
¿para qué quieres mi dolido corazón?
Déjalo por ahí
pero el tuyo, no me lo sacas de aquí.

Llevate mi olor
el perfume de la flor
que siempre te acompañó,
mis caricias las borraste
con otro que te acarició
no te juzgo, eres dueña de algo
que tu cuerpo y mi alma disfrutó.

No me pidas que te devuelva tu amor
eso criatura, eso si que no,
porque tu corazón
se quedó pegado al mío
y por las cosas del destino
tu amor quedó clavado
en mi corazón y el tuyo,
y jamás podre sacarlo
de este pecho, está muy profundo.

Vete, llevate todo,
mi recuerdo,
tu engaño bañado en lodo
las mentiras de una vida
y los besos que otra boca
ya saborea tu locura,
pero aquí tengo a mi corazón
y al tuyo, tu amor sigue igual,
ya no me lo puedes quitar
porque aun después de muerto
no te dejaré de amar.

Llevate mi pena
carga con mi dolor
a él jamás podrás amarlo
porque no tienes corazón
y menos amor,
¡Pobre de ese que en tu cama se acostó!
quizás te quiere,
¿pero tú lo quieres de corazón?
eeso jamás podrá ser
porque dentro de mi
existe aquel amor
que una noche con lágrimas
y risas, me diste envuelto de pasión,
y no te lo devuelvo
aunque me lo supliques,
¡pobre infeliz!
como lo engañas diciendo que lo amas
si dentro de ti no hay amor,
solo un hueco vacío donde vivió tu corazón.

No, no te lo regreso
porque aun no estoy vencido
y cuando se ama
con un amor infinito
ni el mismo cielo
se atreve a luchar conmigo,
por eso vete vencida
aprende a vivir sin amor
porque yo soy aquel
que carga con dolor
tu vil corazón.

PARA TI MUJER. CARTA DE DESILUSIÓN.

Escribiendo esta carta, siento mi cara mojada. ¿Será sudor o será llanto? No sé, pero la tengo que escribir para darle un poco de paz a mi interior, donde se encuentra mi alma. No sé como empezar o como llamarte. ¿Amor de mi vida, o la desgracia de mi existencia? Mejor te llamo mujer. Simplemente una mujer, como todas las que existen en este planeta tierra. A veces me pregunto, ¿serán todas las mujeres como tú? Porque solamente amé a una mujer, y esa fuiste tú. Tú fuiste mi primer amor, mi primera ilusión, la que se robó mi corazón, toda mi vida. Nunca te fui infiel, nunca te fallé. ¿Puedo decir lo mismo de ti? No, no puedo, porque no supiste respetar mi amor, mi entrega. Te lo di todo, y tú me diste migajas de amor. ¿Cómo pudiste ser tan cruel mujer, es que no tienes corazón? Yo te creia santa, pura, siempre decía con orgullo que me amabas hasta mucho más que yo. Tú bajabas la cabeza, ¿Y por qué? Porque de mí te reías. Me apuñalabas por la espalda. Mis amigos de mi se burlaban, porque sabían más que yo. Yo no sentia el dolor de tu puñal invisible y traicionero, porque estaba tan enamorado, estaba ciego, y confiaba en ti.

¡Qué dolor tan grande cuando me enteré de tu traicion!! Mis ojos lloraron lágrimas negras, lágrimas también de sangre. Aunque ahora las lágrimas son más escasas, pero aún siguen brotando de mis ojos cuando pronuncio tu nombre, o cuando alguien me habla de ti. Para mi tú eras mi reina, la mujer mas linda del mundo. Mis ojos solo te miraban a ti, en mis pupilas solo estaba tu figura. Te comparaba con el sol, la luna, y las estrellas. Te has convertido en tormenta, huracán, en alguien que se esfumo como el viento. Mujer, me has dañado la vida; arruinaste mi existencia. Nunca perdonare tu traición, no es algo fácil de perdonar. Estuve envuelto en un torbellino de pasión. Una pasión que ya se acabó, pero quedó un amor herido y escondido en lo más profundo de mi corazón. Mujer, mujer dañina, que no supo apreciar aquel amor que un día de otoño, le entregué sin medida.

Adiós mujer; no te deseo lo mejor. Porque lo mejor fui yo, y tienes que tener mucha suerte para volver a conseguir un amor como el mio. Si ahora sufres, es tu culpa, y si yo sufro también es tu culpa. Escogiste tu destino aquel día cuando me traicionaste. Puede ser que algun día te arrepientas de haberme pagado tan mal. Solo el tiempo lo dirá. Sé que no lloras por mi, que vives el presente, sin pensar en el futuro. Yo tampoco lloro por ti, pero se me hace dificil vivir el presente, y ya no pienso en el futuro, porque sigue molestandome el pasado. ¿Sabes que he soñado contigo y lo feliz que creí ser a tu lado? Cuando me acariciabas, y yo me sentia tan caliente como el sol, porque eras salvaje en el placer, pero aunque tarde me di cuenta, que eras un animal salvaje, porque no solamente lo eras conmigo. Eres una gran actriz, ¿cómo pudiste fingir tanto amor y pasión? Tengo unas llagas alojadas en mi corazón, y a veces sangran sin ninguna razón. De mi vida no sé que ira a pasar, quizás algun día me vuelva a enamorar. A lo mejor no amaré con la misma intensidad como te amé a ti. Cuando el corazón se cierra por una traición y un engaño, es dificil conseguir otra llave que lo pueda abrir. Tu engaño está bien metido en mi corazón y ahi duerme, pero no es un sueño tranquilo, porque padece de pesadillas. ¿Quién me hará reaccionar y olvidar que fuiste en mi vida como una horrible pesadilla? Solo el destino lo sabe. Esta vida es loca, como también a veces es loco el amor. Adios mujer infiel; no puedo escribir más, estoy ciego por un llanto que me quema como un fuego eterno. No quiero tu lástima, solo quiero que sepas que no todos son como yo. ¡Pobre de tu proxima victima, o no termines tú siendo la victima!



Hasta nunca. Discúlpame por la carta mojada.

HIJA ARREPENTIDA.

Se mamá el daño que te hice
y por eso te escribo esta carta
no me atrevo mirarte frente a frente
porque me siento basura
y estoy realmente arrepentida.

Si no quieres leer esta carta
y la tiras a la basura
te comprendo madre mía
se lo mucho que has llorado
se que estás muy dolida.

He sido una mala hija
no he sido lo que soñaste
a pesar de lo bien que me educaste,
me diste mucho amor
y solo te di desilusión
y si mi traición te trastorno
a mi me enfermo con dolor el corazón.

Aunque no merezco tu perdón
de rodillas madre te pido perdón
para seguir viviendo,
solo he tenido un amor puro
y es ese amor de madre
que añoro, y sin el
lo he perdido todo,
porque me siento
como enterrada en un hoyo.

Tenías toda la razón
tus consejos no escuché
te abandoné por un extraño
pero madre mía, ¡que caro lo he pagado!
necesito de tu ayuda
quiero volver a tu lado
perdóname, se que te he maltratado
mamá, enseñame a ser madre
un hijo dentro de mí se está formando
quizás para ti es un error
pero para mi es lo más sagrado.

ME HE ENAMORADO.

Me he enamorado de ti
y lo veo como un pecado
apenas te conozco
es algo descabellado.

Me he enamorado de ti
y no has estado en mis brazos
nunca tu boca he besado
no he acariciado tu cara
ni tampoco he sentido tu aliento
y menos el temblor y el calor de tu cuerpo.

Me he enamorado de ti
por tus lindas palabras
me has robado el alma,
creo que ha sido una amistad equivocada
que el cielo me perdone
pero cuando te veo
debo esconder la mirada.

Me he enamorado de ti
pero nunca lo sabrás
a menos que tú me digas
que sientes igual
entonces yo te diré
que antes de que tu amor me confesaras
en secreto yo te amaba.

Y cuando la pasión nos queme
y nuestros cuerpos de deseo tiemblen,
a la iglesia te llevaré
y allí frente a un sacerdote
nuestro amor confesaré
primero Dios y despues él
serán los que nos condenen
porque si amarse es pecado
¡que importa que nos castiguen!
no te dejare de amar
porque mi vida lo exige.

UNA ESCALERA EN EL CIELO.

"Pedrito, dice Joselito; Necesito una escalera grande y fuerte." ¿Y para que necesitas una escalera grande y fuerte?" dice Pedrito. "Quiero hacerle un regalo bien bonito a mi mamá, y lo que me gusta está lejos, lejos, en el cielo." Pedrito responde: "¿Le vas a regalar la luna, Joselito." "No, le quiero regalar algo más bonito." "Entonces, ¿le quiere regalar las nubes?" "No, dice Joselito- quiero regalarle algo muy bonito." "Ya sé- dice Pedrito - quieres regalarle el sol." "No, porque el sol quemaría a mi pobre madrecita. Quiero regalarle algo más bonito. ¿Tienes una escalera grande?" "Papá tiene una escalera grande, yo te la puedo prestar. Pero dime Joselito, ¿podrás alcanzar el cielo para poder buscar lo que quieres?" "Si Pedrito, subiré bien alto hasta alcanzar lo que quiero regalarle a mi mamá." "¿Y no me puedes decir que es lo que vas a buscar en el cielo." "No Pedrito, pero cuando yo baje del cielo con mi regalo verás lo que es."

Pedrito fue a buscarle la escalera a su amiguito Joselito. Lo acompañó a ponerla cerca de una montaña. La escalera era alta, subía hasta las nubes. Joselito subía y subía, llegó a tocar las nubes, ya no podía ver a su amiguito Pedrito, ya le estaba dando miedo las alturas. Pedrito lo llamaba, pero como estaba tan alto no lo podía escuchar. Joselito también lo llamaba, decía que podía tocar las nubes, pero no podía tocar el cielo. Pero Pedrito no lo escuchaba. "¡No subas más Joselito, ya ni te escucho y menos te veo! ¡No creo que puedas alcanzar el cielo! ¡Por favor, bajate ya!" Pero Joselito no podía escuchar, se sentía solo, no podía ver a su amiguito Pedrito. Tenia mucho, pero mucho miedo. "¡Pedrito ayúdame, sube la escalera, acompañame, tengo mucho miedo! ¡Por más que subo y subo, no puedo alcanzar el cielo!" Pedrito que estaba en la tierra y aguantaba la escalera, también tenía mucho miedo por su amiguito Joselito. Se puso a llorar, temía que Joselito se fuera a caer de la escalera y le pasara algo muy grave. "¡Por favor Joselito no insistas, bajate ya, el cielo es tan alto que con una escalera nunca lo vas a poder alcanzar!" Pero Joselito no podía escuchar, ni menos podía ver, y casi no miraba para abajo porque sentía que se mareaba. Comenzó a llorar con mucho miedo, pero a pesar de todo subió un poco más y alcanzó un puño de estrellas. Cuando sintió las estrellas dentro de su mano, comenzo a sentirse mejor. Miró hacia arriba, pero ni las blancas nubes y el sol tan brillante, no le permitieron ver el cielo. Agarrando fuertemente las estrellas en su mano, decidio bajar. Trataba de ser valiente para no temblar, temía caerse.

Pedrito estaba muy nervioso, aguantaba la escalera fuertemente y lloraba porque tenia mucho miedo, pensaba que su amiguito se podía caer de un momento a otro. Pero no fue así, suavemente y muy despacio, Joselito fue bajando la escalera lentamente. Pedrito comenzó a ver como su amigo bajaba. Sé sintió feliz, dejó de llorar y de la alegría comenzó a reírse a carcajadas. "¡Al fin Joselito estás bajando! ¡Tenia mucho miedo, llegué a pensar que te perderías en las nubes o que te caerías, llegaste muy alto!" Al fin Joselito estaba en la tierra. Pedrito lo abrazó y le dijo: "No vuelvas a hacer eso Joselito. El cielo está muy lejos y ni con la escalera más grande lo podemos alcanzar. Somos de la tierra, solo las estrellas, las nubes, y la luna pueden alcanzar el cielo." Joselito muy triste, respondió: "No pude llegar al cielo, pero pude robarle algunas estrellas, mira aquí las tengo en mi mano, se las voy a regalar a mi mamacita." Pero al abrir la mano no habían ningunas estrellas. "No tienes nada en la mano Joselito. Esta vacía, no veo ningunas estrellas." Joselito se quedó pensativo, y después llorando dijo, "Si Pedrito. Llegué a coger un puño de estrellas, las tenia bien guardaditas. Quizás se me cayeron cuando estaba bajando la escalera. ¡Ya no tengo nada para regalarle a mi mamá! Ella se lo merece todo y por eso quise subir al cielo para darle el mejor regalo del mundo, algo que la hiciera muy feliz, para que no sufra más!" "No llores Joselito, aquí en la tierra hay muchos regalos bonitos. El mejor regalo que mamá quiere de mi es que sea bueno, respetuoso, y que la ame mucho. ¿Qué fuiste a buscar al cielo para regalárselo a tu mamá?" Sin dejar de llorar, Joselito respondió: "Quería subir al cielo para buscar a mi abuelita. Ella murió y está en el cielo. Mamá llora mucho, y yo quería hacerla feliz, no quería verla llorar y por eso quería hacerle ese regalo tan bello. Todos hubiéramos estado felices." "No llores más Joselito. Mi abuelita también está en el cielo con Dios, él sé la llevó, y por eso ya no puede vivir con nosotros. Cuando seamos viejitos, Dios nos llamará y entonces si podemos subir al cielo, y sin escalera." Joselito dejó de llorar. "Es cierto Pedrito. ¿Y sabes algo? Las estrellas también son del cielo, por eso huyeron de mis manos, no pueden vivir en la tierra como nosotros. ¿Qué le compraré a mamá para que sea feliz y no llore más?" "Dale muchos besitos, dile cuanto la quieres, pórtate bien, y tú verás que dejará de sufrir, y si sigue llorando, sécale las lágrimas con tus manitas." "Me tengo que ir. Mamá me espera. Voy a ver si en el camino encuentro una flor hermosa, que se parezca a mi mamá, para regalársela, porque no la quiero ver llorar. Adiós Pedrito, y gracias por prestarme la escalera."