viernes, 6 de marzo de 2009

UNA ESCALERA EN EL CIELO.

"Pedrito, dice Joselito; Necesito una escalera grande y fuerte." ¿Y para que necesitas una escalera grande y fuerte?" dice Pedrito. "Quiero hacerle un regalo bien bonito a mi mamá, y lo que me gusta está lejos, lejos, en el cielo." Pedrito responde: "¿Le vas a regalar la luna, Joselito." "No, le quiero regalar algo más bonito." "Entonces, ¿le quiere regalar las nubes?" "No, dice Joselito- quiero regalarle algo muy bonito." "Ya sé- dice Pedrito - quieres regalarle el sol." "No, porque el sol quemaría a mi pobre madrecita. Quiero regalarle algo más bonito. ¿Tienes una escalera grande?" "Papá tiene una escalera grande, yo te la puedo prestar. Pero dime Joselito, ¿podrás alcanzar el cielo para poder buscar lo que quieres?" "Si Pedrito, subiré bien alto hasta alcanzar lo que quiero regalarle a mi mamá." "¿Y no me puedes decir que es lo que vas a buscar en el cielo." "No Pedrito, pero cuando yo baje del cielo con mi regalo verás lo que es."

Pedrito fue a buscarle la escalera a su amiguito Joselito. Lo acompañó a ponerla cerca de una montaña. La escalera era alta, subía hasta las nubes. Joselito subía y subía, llegó a tocar las nubes, ya no podía ver a su amiguito Pedrito, ya le estaba dando miedo las alturas. Pedrito lo llamaba, pero como estaba tan alto no lo podía escuchar. Joselito también lo llamaba, decía que podía tocar las nubes, pero no podía tocar el cielo. Pero Pedrito no lo escuchaba. "¡No subas más Joselito, ya ni te escucho y menos te veo! ¡No creo que puedas alcanzar el cielo! ¡Por favor, bajate ya!" Pero Joselito no podía escuchar, se sentía solo, no podía ver a su amiguito Pedrito. Tenia mucho, pero mucho miedo. "¡Pedrito ayúdame, sube la escalera, acompañame, tengo mucho miedo! ¡Por más que subo y subo, no puedo alcanzar el cielo!" Pedrito que estaba en la tierra y aguantaba la escalera, también tenía mucho miedo por su amiguito Joselito. Se puso a llorar, temía que Joselito se fuera a caer de la escalera y le pasara algo muy grave. "¡Por favor Joselito no insistas, bajate ya, el cielo es tan alto que con una escalera nunca lo vas a poder alcanzar!" Pero Joselito no podía escuchar, ni menos podía ver, y casi no miraba para abajo porque sentía que se mareaba. Comenzó a llorar con mucho miedo, pero a pesar de todo subió un poco más y alcanzó un puño de estrellas. Cuando sintió las estrellas dentro de su mano, comenzo a sentirse mejor. Miró hacia arriba, pero ni las blancas nubes y el sol tan brillante, no le permitieron ver el cielo. Agarrando fuertemente las estrellas en su mano, decidio bajar. Trataba de ser valiente para no temblar, temía caerse.

Pedrito estaba muy nervioso, aguantaba la escalera fuertemente y lloraba porque tenia mucho miedo, pensaba que su amiguito se podía caer de un momento a otro. Pero no fue así, suavemente y muy despacio, Joselito fue bajando la escalera lentamente. Pedrito comenzó a ver como su amigo bajaba. Sé sintió feliz, dejó de llorar y de la alegría comenzó a reírse a carcajadas. "¡Al fin Joselito estás bajando! ¡Tenia mucho miedo, llegué a pensar que te perderías en las nubes o que te caerías, llegaste muy alto!" Al fin Joselito estaba en la tierra. Pedrito lo abrazó y le dijo: "No vuelvas a hacer eso Joselito. El cielo está muy lejos y ni con la escalera más grande lo podemos alcanzar. Somos de la tierra, solo las estrellas, las nubes, y la luna pueden alcanzar el cielo." Joselito muy triste, respondió: "No pude llegar al cielo, pero pude robarle algunas estrellas, mira aquí las tengo en mi mano, se las voy a regalar a mi mamacita." Pero al abrir la mano no habían ningunas estrellas. "No tienes nada en la mano Joselito. Esta vacía, no veo ningunas estrellas." Joselito se quedó pensativo, y después llorando dijo, "Si Pedrito. Llegué a coger un puño de estrellas, las tenia bien guardaditas. Quizás se me cayeron cuando estaba bajando la escalera. ¡Ya no tengo nada para regalarle a mi mamá! Ella se lo merece todo y por eso quise subir al cielo para darle el mejor regalo del mundo, algo que la hiciera muy feliz, para que no sufra más!" "No llores Joselito, aquí en la tierra hay muchos regalos bonitos. El mejor regalo que mamá quiere de mi es que sea bueno, respetuoso, y que la ame mucho. ¿Qué fuiste a buscar al cielo para regalárselo a tu mamá?" Sin dejar de llorar, Joselito respondió: "Quería subir al cielo para buscar a mi abuelita. Ella murió y está en el cielo. Mamá llora mucho, y yo quería hacerla feliz, no quería verla llorar y por eso quería hacerle ese regalo tan bello. Todos hubiéramos estado felices." "No llores más Joselito. Mi abuelita también está en el cielo con Dios, él sé la llevó, y por eso ya no puede vivir con nosotros. Cuando seamos viejitos, Dios nos llamará y entonces si podemos subir al cielo, y sin escalera." Joselito dejó de llorar. "Es cierto Pedrito. ¿Y sabes algo? Las estrellas también son del cielo, por eso huyeron de mis manos, no pueden vivir en la tierra como nosotros. ¿Qué le compraré a mamá para que sea feliz y no llore más?" "Dale muchos besitos, dile cuanto la quieres, pórtate bien, y tú verás que dejará de sufrir, y si sigue llorando, sécale las lágrimas con tus manitas." "Me tengo que ir. Mamá me espera. Voy a ver si en el camino encuentro una flor hermosa, que se parezca a mi mamá, para regalársela, porque no la quiero ver llorar. Adiós Pedrito, y gracias por prestarme la escalera."

1 comentario:

  1. emotivo y encantador cuento, como todos tus cuentos Carmen, precioso de veras, me alegra que puedas estar de nuevo por aquí y poder dejarte comentarios, tienes unas cuentos preciosos, voy a actualizar tu enlace en mi blog, felicidades amiga por esa sensibilidad en tus palabras y un abrazo muy fuerte y mi alegría por tu vuelta :-)

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